lunes, 11 de diciembre de 2006
Felicidad
jueves, 7 de diciembre de 2006
Cuatro alucinaciones estrelladas acerca de la nada con cigarrillo entre el índice y el medio y, en veces, entre los labios.
2. Los copos son estrellas a distancias microscópicas.
3. Por lo tanto, lentamente me suicido entre estrellas y no muero.
Hoy caminé por la calle.
Lento pero seguro.
Empequeñecí,
aún un poco
más, hasta
volverme
nada
.
«o»
Cuatro por cuatro son 16.
Las quince letras más una mutante.
Cuatro, una por cada vez. Cual Júdas sin su Jesús o cual Jesús sin su Júdas (uno sin el otro nadie hubiera sido). Devoro la calle a miradas y no me veo y es entonces cuando recuerdo que estoy en el patio fumando entre estrellas.
sábado, 2 de diciembre de 2006
Vino (y se fue)
El viejo vino.
Vino viejo,
otra vez.
Vino y fue.
Vino vente,
ardiente,
viejo ardiente;
y no fue...
El viejo vino,
vente, vente...
Vino ardiente,
nuevamente ,
y otra vez.
Vino de dieciséis,
de veintetrés,
vino de tres atrás
que nunca más volvio.
Vino aquella noche,
aquella noche vino.
Esa noche de aquel vino,
la noche del vino que vino
y nunca mas volvió.
lunes, 27 de noviembre de 2006
Doors
we smoked desire’s cigars by the dread doors.
Without trembling, voluntarily, you
rang and walked through death’s tulip bed doors.
She showed him a pink key for the red doors.
wingless dogs all came running through bread doors.
Are there any auto-suicide’s bed doors?
miércoles, 22 de noviembre de 2006
Vagabundo
lunes, 20 de noviembre de 2006
Rehilete
En la privacidad de un ascensor te propuse hacer rehiletes bicolores de papel tiempo; porque, ¿qué más podríamos hacer?
Sólo dos rollos compramos: el mañana y el después. Quise convencerte de aprovechar el descuento monumental en el ayer y dijiste que si lo comprábamos entonces les pediríamos regalados los retazos del anteayer para adornar los palos de los rehiletes. Me negué y por eso fue que tan sólo compramos dos. Luego, recordé la canción que dice “nada es ahora, todo es después” y me di cuenta de con un sólo rollo nos hubiera alcanzado.
Qué lástima que nunca pudimos saber como cortar y pegar el papel. Nunca pudimos hacerlos girar.
miércoles, 15 de noviembre de 2006
Cloudless Sky (o 1721 días y contando)
The first time
Began as a warm call …
wasn’t going to last.
The pain was like being killed with red-hot needles,
brought back to life,
recovered consciousness
and having your skin shaved off with the dullest knife
Doce Cuentos Peregrinos
helped me to bear the sensations
kept me awake.
Read eleven that night
thought about him.
The second time was my mother, How was your trip?
The third my grandma, When are you coming?
I’ll be there in a minute, I said as I tucked in my shirt.
My friend, his friend, was waiting in the car.
The magnificent sun in the cloudless sky;
beautiful day, funny thing, we usually met at night.
On the way downtown silence
Smoke filled the car;
uncertainty, my heart
Family, strangers, friends
They were all there
It was a rain of flooding eyes
under the cloudless sky.
martes, 14 de noviembre de 2006
Soy totalmente [nada].
trataré de olvidar el ayer.
Solamente un día,
sólo uno a la vez.
Alas de silicón acartonadas.
Volar hasta un cuarto piso.
Morir de frío en la ventana.
Ablandar el cielo.
Calles marchitas por la llegada del invierno.
Palabras ahogadas entre pensamientos.
cotidiano acuchillamiento.
Años muertos por tanto vivir.
Años muertos por ver la verdad.
viernes, 10 de noviembre de 2006
D,
Eso me sonó a que la redundancia es mi mejor amiga. Y no es redundancia, ni abundancia, ni siquiera “rebuznancia” sino sóla y simplemente resonancia.
Luego, más luego, los compilaré y te lo haré llegar. Es más, hasta una foto te enviaré si así tu lo deseas. Quizá podrías fotocopiarla y comenzar un santuario de cazadores en el sótano de tu casa. O, si es que no tienes sótano por lo menos en el fondo de tú closet detrás de tu camiseta favorita. O, tal vez, podrías subarrendar el museo del choque del platillo volador y suplantar, burdamente, las caras de los extraterrestres con las fotocopias de mi foto; pobres...
La fama es subjetiva e innecesaria. Sin embargo, es el mejor maquillaje.
martes, 7 de noviembre de 2006
Cansado
Would anyone be kind enough to reel me in? I feel worse than when I saw the fucking Virgin of Guadalupe. Fuck! I hate being me right now! I wish I could be a freaking map on the wall.
lunes, 6 de noviembre de 2006
Recuerdo olvidadizo
Hoy, vi, por primera vez, un recuerdo mojado. Estaba sobre el pavimento, cerca de la banqueta. Al acercarme en mi bicicleta vi a la distancia lo que parecía una ardilla cruda. Pensé "pobre ardilla qué mal se ve, pero qué bien se la ha de haber pasado anoche". Decidí no arrollarla sólo por no causarle más dolor y mantener el pavimento inmaculado. Al querer sacarle la vuelta, saltó y se enredó en mi pierna. Luego, se asió de mi otro pie y mi hombro derecho fue el freno que detuvo mi viaje.
Le vi, estaba un poco atolondrado por la caída y al recuperarse se metió debajo de mi pantalón. Comenzó a subir y, ya de pie, lo esperaba a que saliera por encima del cinturón. Ya para ese entonces habían pasado más de 10 segundos y, como todos saben, los recuerdos se pueden regenerar y degenerar en menos de un segundo. Y, aunque todavía mojado, ya había recuperado su vivacidad. Quise atraparlo y tirarlo lejos pero se me escurrió entre los dedos. En menos de un segundo estaba instalado en mi estómago y al segundo siguiente lo sentí cerca del pecho. Abrí mi camisa, saqué el encendedor y traté de quemarlo. El destello (más que nada) fue lo que le asustó y por lo que me soltó. Ya en el piso quise contemplarle pero lo vi queriendo saltar de nuevo hacía mi y le pateé. Subí a la bicicleta y me fui.
Todo el día no he dejado de pensar en él. Un recuerdo, lejano, triste/alegre, descuidado y sucio del que pensaba ya haberme desecho. Al parecer, algo de ese recuerdo entró en mí y nunca lo podré desechar del todo. Siempre está ahí, regenerándose, degenerándose, dictando lo que tengo que hacer y atormentándome a cada segundo.
Mañana, le buscaré nuevamente y le invitaré a vivir conmigo. Le propondré un concubinato amorfo. Le diré que juntos podemos crear nuevos recuerdos, que todos los días tendré una historia que contarle y que le compraré una toalla para secarle. Sólo espero que no recuerde lo que hice en la mañana.
domingo, 5 de noviembre de 2006
"Se nos pasó la noche entre el [ron] y la coca." FP.
Qué delicioso es estar en los sopores del alcohol. Un día más o un día menos ¿qué más da? Delicioso ron, delicioso don que hace tiempo no ingiero. Noche sin marihuana pero con nieve.
sábado, 4 de noviembre de 2006
1 + 1 = 2 (o 4 - 2 = 2).
Anteayer me vi lentamente descendiendo. Descendiendo, luego ascendiendo. Luego, en el ascenso, sentí el descenso. En el descenso sentí el descendo. Descendí doblemente.
Hace tiempo ascendí. Aunque fueron tan sólo cuatro escalones pareciera cuatro pisos. O, quizá fueron cuatro pisos que parecieron cuatro escalones. Tal vez fueron cuatro cuadras que parecieron cuatro escalones con cuatro pisos cada uno. Es difícil enfocarse en la resaca. No, de hecho eso es fácil. Lo difícil es no enfocarse en la resaca y enfocarse en discernir cuanto fue lo que en realidad uno subió. Creo que entre enfocarse en esto último y en convertirse en foca la última resulta la tarea menos titánica.
No bajé (eso lo sé) nada más quisiera saber cuanto subí. Quisiera saber si fueron cuatro pisos humanos o cuatro escalones asqueles. Creo que fueron los escalones asqueles en cada uno de los pisos humanos. En el ascensor siete al cuatro. En el ascensor siete al cuarto. En el descensor siete y cuarto más cuatro. En el descensor siete menos dos, luego menos uno. Cuatro en el as(des)censor. Simple matemática:
2 = 1 + 1
Esto nos lleva, pues, a que dos es el equivalente a descender cuatro menos dos. Y a que dos siempre será el número primo sobre el cual los restos y las bases descansarán. En el que el olvido nunca existirá y la vida se revolverá. Revolución. Re-evolución. No devolución, eso se acabó al atardecer.
jueves, 2 de noviembre de 2006
Ascensor
Subí delante suyo. La puerta se cerró. No apreté botón. G iluminado. Creí ir hacia allá. 6 un poco más liviano. El ascensor no cayó; descendió. Hubiera saltado. El hubiera no existe. De reojo le veo. Quiero decir algo. Decido decir nada. Creí que ibamos a donde mismo. Gran pesar en el estómago. Hubiera saltado. El hubiera no existe. No he muerto. No, no aún.
La puerta se abrió. Luces. Sí, y luces. Puertas azules. Bocas cerradas. Salí. Doblé la esquina. Supe que había bajado demasiado. G no es mi piso. Tenía que subir. Use las escaleras. Subí un sólo piso. Desearía multiplicarlo por cuatro.
martes, 31 de octubre de 2006
Estrella 2
Anocheció y le perdí. Sabía que en algún lugar la había puesto mas por más que la buscaba no podía encontrarla. Alguien dijo: “las cosas están en el último lugar que las buscas”. Y yo pensando “!Ah, claro, desde luego…eso es…genial!…pendejo…” alcé las cejas y sonreí como a quien se le acaba de romper un martillo de a dólar. El clavo, sin duda, era más fuerte. Me pregunto ¿cuánto habrá costado el clavo? Me pregunto si los venderán en paquetes de tres o individuales. Dudo mucho que los vendan en paquetes de 2 porque, entonces, ¿qué hicieron con el otro?
¿De qué chingados hablas?
¿Qué? ¡Ah, sí! Perdón. Decía que le había perdido. Recuerdo que en el árbol que está a cinco pasos dirección al único destello nocturno (provocado por el abrir y cerrar de la puerta del bar que está cerca del bosque) del árbol al cual no le llega la luz del sol grabé un mapa detallado de como llegar a donde le había dejado. Ayer, fui a buscar el árbol pero tampoco lo encontré. Al parecer la sudestada lo arrancó de raíz. Quizá, solamente, me equivoque de mar. ¿Pero que no el mar es uno sólo?
Traté de buscarlo así sin más ni más pero me sentí como si estuviera en un barco en 1492. Desafortunadamente, no corrí con la misma suerte. No encontré nada. Y cuando digo esto me refiero a que si hubiera encontrado algo no hubiera podido decirlo. Triste, por no haberle hallado, regresé a la ciudad de los momentos congelados y recordé, he invité a mis vecinos a recordar, que no siempre la noche fue así, tan oscura. Recordamos que un día (o una noche) la noche tuvo una luna (como lo dicen los libros de historia) y recordé que alguna vez el cielo tuvo una estrella que egoístamente descolgué y escondí; y que ahora que la sudestada ha venido (aunque repito que quizá sólo me equivoque de mar) quizá nunca la vuelva a encontrar.
miércoles, 18 de octubre de 2006
Beso de aguijón.
Anteayer te (me) vi viviendo en las vejaciones de la vejez. Vilmente la vida había desbaratado todo sueño y vomitado sobre cada viernes, sobre cada vivencia. Lo que vi fue, verdaderamente, aterrorizante.
Te vi tratando de sacarle la última bocanada al puro que se había terminado hacía ya tres años. Aunque, en realidad, no recuerdo si en verdad tres años pasaron. Igual pudo haber terminadose el segundo anterior o el siguiente (de esto tampoco estoy muy seguro). Vi que de tus labios un poco de humo salía y quise felicitarte por haber, quizá, terminado de fumar un puro que se había terminado de fumar en el mañana, aunque también pudo haber sido hace tres años. Ya lo dije, no estoy seguro.
Volteaste y viste mi mano, vi que veías mi mano y me dio una vergüenza terrible. No es que sea de manos feas, de hecho hasta mataría por ellas. Pero es que tus manos y tu mirada eran para morir. De tus labios, ni hablar. Hacía ya tiempo que había decidido que el día que me besaras compraría una pistola. Digo, ¿qué más pudiera esperar alguien como yo de la vida? Sin duda alguna ese hubiera sido el momento más significativo y el mayor logro que jamás hubiera podido alcanzado. Después de un beso tuyo ya ni la música me causaría placer. Entonces, ¿para qué vivir?
Recuerdo aquella vez que borracha trataste de besarme. "Espera un poco" te dije mientras sacaba la billetera de mi pantalón para ver si los fondos eran suficientes. Cuando terminé de corroborar que después de todas las cervezas que compré aún me alcanzaba, volteé a buscar tus labios mas Nix ya estaba sosteniendo tu pelo. Ya hasta había pensado que rumbo tomar después de dejarte en casa. Pero cuando finalmente te reincorporaste me dijiste que te daba asco. No el vómito, ni yo, ni tú, ni la noche, ni Nix, ni el ayer que ya era anteayer, ni el pasado mañana que se volvió mañana, ni el mañana mutó en hoy, ni siquiera la mañana de esa noche, sino simplemente el hecho de besarme. Me así a la idea de que te daba asco besarme porque te daba asco el pensar en que me iba a dar asco el besarte después de lo ocurrido, nunca dijiste eso.
Gracias al asco que sentiste aquella vez es que hoy puedo ver que ves mi mano, mirarte a los ojos y robarte un beso. No te preocupes, ayer cuando dormías salí a prepararme para la ocasión.
martes, 17 de octubre de 2006
¿Coincidencias?
¿Crees que fue una coincidencia que la noche durara desde el anochecer hasta el amanecer? ¿Qué la vida comience y termine en llanto? ¿Qué el "gatekeeper" aquél imposibilitara tomar una cerveza y que, al mismo tiempo, abriera la puerta del resto de la noche? ¿Crees que fue una coincidencia que la noche no muriera por tener acceso a cuatro llantas, un molino y un reloj? ¿Crees que fue una coincidencia cómo el mago de la oscuridad se junto con el hada de la blancura y el duende de la media luz para cocinar a presión unas horas más y servirlas en un flan de besos acompañado de caramelo sabor flash? ¿En realidad crees que ver a un Fito de segunda enterrado en la ciudad que te hizo recordar y a quien le regalaste un par de monedas, fue una coincidencia?
“There are no coincidences, Delia... only the illusion of coincidence.”
-V
viernes, 13 de octubre de 2006
Estrella
— Nada, solamente "bye".
— ¿Neta?
—¿Qué ganaría yo con mentirte?
— Y ¿Lo sabe?
— ¿Qué?
— Eso que me platicaste del domingo que volaste por la exosfera.
— Supongo.
— ¿Supones pendejo?¿Supones? No me vengas con mamadas.
— Es que a veces hasta yo dudo que fue real. Digo, si hubiera sido real hubiera salido en la cadena nacional ¿no?. Supongo que no todos los días un patán como yo puede volar así nomás, de la nada.
— Pues sí pero si vas con esa historia a una cadena televisiva por supuesto que no te van a creer.
— ¡Pero es verdad!
— ¿Ah, si? Quiero testigos.
— Pues si quieres ve a su departamento para que le preguntes.
—¿Qué nadie más te vio?
— Sí, muchos más pero no sé si se dieron cuenta de lo que estaba pasando.
— Y, sí le pregunto ¿qué me va a decir?
— Que soy un patán por supuesto. Que todo está en mi cabeza, que nunca volé y que tiene fotografías que lo corroboran.
— Entonces, ¿cómo chingados quieres que te crea?
— ¿Crees en Dios?
— Sí.
— Así, igualito.
— ¡Ay, sí! Y a mi me dicen El Peladas, ¿no?
— Bueno, pues si quieres creerme sino vete a la verga.
— No te me encabornes tampoco huevón. Primero me vienes con historias de que volaste por la exosfera y de que tu vista estaba más afilada que la de un águila y quesque le pudiste ver, desde allá arriba, sobre la copa de un árbol, bajaste y le besaste y luego ¡puf! como cohete otra vez para arriba y de que así estuviste volando toda la noche. Y luego, cuando te pido que me lo compruebes, sales con tus pendejadas. Que se me hace que te metiste algo.
— Bueno, también. Pero te aseguro que eso no tiene nada que ver con lo que viví y con lo que sentí.
— ¡Sí, ya me lo imaginaba! Ahora si huevón, ve y hablale a las noticias y diles que fuiste capaz de hacer todo eso aún estando intoxicado.
— Bueno, si no me quieres creer está bien. Nada más dejame enseñarte algo. Si todo esto que te digo no es real ¿Cómo crees que tengo este pedazo de estrella incrustado en el corazón?
—¡Pinche no mames! ¿Que chingados haces? ¡Ya esperate güey deja el pinche abrecartas!
—Miralo, velo. ¿Lo ves? Se me quedó pegado cuando baje a besarle. Ahora, llevame a un hospital donde te saquen estrellas del corazón porque no creo que sobreviva mucho tiempo con el corazón a la interperie y con una estrella incrustada en él.
—¿Dónde está el teléfono?
jueves, 12 de octubre de 2006
I know that you knew what I knew
I guess you
knew it too.
But did you
know that I
knew it too?
I knew. But
did you know
what I knew?
only know
what you thought
that I knew?
knew it all.
I knew it
then and I
know it now.
first thing, yes
and I knew
the rest too.
What did you
know? Did you
know it too?
I doubt it.
miércoles, 11 de octubre de 2006
La bicicleta de la noche
En la bicicleta de las noches me paseo sin siquiera la vista voltear. Es más, sin siquiera ver. De cuando en cuando las calaveras parecieran calaveras mas nunca, nunca y desafortunadamente, mutan en carabelas. Sería genial ver eso, un Colón al que la inhalación del viaje le provocara la difuminación de todo sentido espacial. Y que yo, aquí en América, viera solamente un cometa de vómito medieval con reminisencia de renacimiento aparecer de la nada y no caer en los blancos. Distinguir las Indias de las Indias le resultaría una tarea tan sencilla como librarse de la venganza del caballito, que resultó ser uno más de los necesarios, en donde la antigravedad no responde, ni respondería, ni responderá a la gravedad, ni siquiera a la de la situación. Tampoco podría saber de las indias. Mucho menos de los indios que quizá para este entonces ya estarían en el Sahara.
En la bicicleta de la noche me gusta pasear. Tener soles por pedales y un espejo de queso por retrovisor.