lunes, 27 de noviembre de 2006

Doors

Smacking, smoking near the dead doors
we smoked desire’s cigars by the dread doors.

Without trembling, voluntarily, you
rang and walked through death’s tulip bed doors.

They warmed up their lips on a winter night.
She showed him a pink key for the red doors.

Trash-canned desires, televised dreams and
wingless dogs all came running through bread doors.

Gil comes and goes prancing and wondering
Are there any auto-suicide’s bed doors?

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Vagabundo

Este ir y venir puede devenir en el nunca más venir, en el nunca más ir. El caminar puede devenir en el final. El respirar, a final de cuentas, es lo que te/me mata. La ayuda está de más. Lento, pero firme, avanzo hacia donde todo no es.

lunes, 20 de noviembre de 2006

Rehilete

En la privacidad de un ascensor te propuse hacer rehiletes bicolores de papel tiempo; porque, ¿qué más podríamos hacer?

Sólo dos rollos compramos: el mañana y el después. Quise convencerte de aprovechar el descuento monumental en el ayer y dijiste que si lo comprábamos entonces les pediríamos regalados los retazos del anteayer para adornar los palos de los rehiletes. Me negué y por eso fue que tan sólo compramos dos. Luego, recordé la canción que dice “nada es ahora, todo es después” y me di cuenta de con un sólo rollo nos hubiera alcanzado.

Qué lástima que nunca pudimos saber como cortar y pegar el papel. Nunca pudimos hacerlos girar.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Cloudless Sky (o 1721 días y contando)

Today, I’ll be a chopped-winged crow.
The frightful phone rang for the third time.
The first time
Began as a warm call …
wasn’t going to last.

The pain was like being killed with red-hot needles,
brought back to life,
recovered consciousness
and having your skin shaved off with the dullest knife
Doce Cuentos Peregrinos
helped me to bear the sensations
kept me awake.
Read eleven that night
thought about him.

The second time was my mother, How was your trip?
The third my grandma, When are you coming?
I’ll be there in a minute, I said as I tucked in my shirt.

My friend, his friend, was waiting in the car.
The magnificent sun in the cloudless sky;
beautiful day, funny thing, we usually met at night.

On the way downtown silence
Smoke filled the car;
uncertainty, my heart

Family, strangers, friends
They were all there
It was a rain of flooding eyes
under the cloudless sky.

martes, 14 de noviembre de 2006

Soy totalmente [nada].

Recordando el mañana
trataré de olvidar el ayer.
Solamente un día,
sólo uno a la vez.

Volutas intemporales del ayer.
Alas de silicón acartonadas.
Volar hasta un cuarto piso.
Morir de frío en la ventana.

Nadar entre fotografías.
Ablandar el cielo.
Calles marchitas por la llegada del invierno.
Palabras ahogadas entre pensamientos.

Pantallas ensangrentadas por el
cotidiano acuchillamiento.
Años muertos por tanto vivir.
Años muertos por ver la verdad.

viernes, 10 de noviembre de 2006

D,

“Decir mucho y a la vez no decir nada pero con mucho sentido”

Eso me sonó a que la redundancia es mi mejor amiga. Y no es redundancia, ni abundancia, ni siquiera “rebuznancia” sino sóla y simplemente resonancia.

Luego, más luego, los compilaré y te lo haré llegar. Es más, hasta una foto te enviaré si así tu lo deseas. Quizá podrías fotocopiarla y comenzar un santuario de cazadores en el sótano de tu casa. O, si es que no tienes sótano por lo menos en el fondo de tú closet detrás de tu camiseta favorita. O, tal vez, podrías subarrendar el museo del choque del platillo volador y suplantar, burdamente, las caras de los extraterrestres con las fotocopias de mi foto; pobres...

La fama es subjetiva e innecesaria. Sin embargo, es el mejor maquillaje.

martes, 7 de noviembre de 2006

Cansado

Muy cansado. No sé que hacer. Necesito algo que me saque de este estado. I feel like shit!

Would anyone be kind enough to reel me in? I feel worse than when I saw the fucking Virgin of Guadalupe. Fuck! I hate being me right now! I wish I could be a freaking map on the wall.

lunes, 6 de noviembre de 2006

Recuerdo olvidadizo

Hoy, vi, por primera vez, un recuerdo mojado. Estaba sobre el pavimento, cerca de la banqueta. Al acercarme en mi bicicleta vi a la distancia lo que parecía una ardilla cruda. Pensé "pobre ardilla qué mal se ve, pero qué bien se la ha de haber pasado anoche". Decidí no arrollarla sólo por no causarle más dolor y mantener el pavimento inmaculado. Al querer sacarle la vuelta, saltó y se enredó en mi pierna. Luego, se asió de mi otro pie y mi hombro derecho fue el freno que detuvo mi viaje.

Le vi, estaba un poco atolondrado por la caída y al recuperarse se metió debajo de mi pantalón. Comenzó a subir y, ya de pie, lo esperaba a que saliera por encima del cinturón. Ya para ese entonces habían pasado más de 10 segundos y, como todos saben, los recuerdos se pueden regenerar y degenerar en menos de un segundo. Y, aunque todavía mojado, ya había recuperado su vivacidad. Quise atraparlo y tirarlo lejos pero se me escurrió entre los dedos. En menos de un segundo estaba instalado en mi estómago y al segundo siguiente lo sentí cerca del pecho. Abrí mi camisa, saqué el encendedor y traté de quemarlo. El destello (más que nada) fue lo que le asustó y por lo que me soltó. Ya en el piso quise contemplarle pero lo vi queriendo saltar de nuevo hacía mi y le pateé. Subí a la bicicleta y me fui.

Todo el día no he dejado de pensar en él. Un recuerdo, lejano, triste/alegre, descuidado y sucio del que pensaba ya haberme desecho. Al parecer, algo de ese recuerdo entró en mí y nunca lo podré desechar del todo. Siempre está ahí, regenerándose, degenerándose, dictando lo que tengo que hacer y atormentándome a cada segundo.

Mañana, le buscaré nuevamente y le invitaré a vivir conmigo. Le propondré un concubinato amorfo. Le diré que juntos podemos crear nuevos recuerdos, que todos los días tendré una historia que contarle y que le compraré una toalla para secarle. Sólo espero que no recuerde lo que hice en la mañana.

domingo, 5 de noviembre de 2006

"Se nos pasó la noche entre el [ron] y la coca." FP.

Qué delicioso es estar en los sopores del alcohol. Un día más o un día menos ¿qué más da? Delicioso ron, delicioso don que hace tiempo no ingiero. Noche sin marihuana pero con nieve.

sábado, 4 de noviembre de 2006

1 + 1 = 2 (o 4 - 2 = 2).

Anteayer me vi lentamente descendiendo. Descendiendo, luego ascendiendo. Luego, en el ascenso, sentí el descenso. En el descenso sentí el descendo. Descendí doblemente.

Hace tiempo ascendí. Aunque fueron tan sólo cuatro escalones pareciera cuatro pisos. O, quizá fueron cuatro pisos que parecieron cuatro escalones. Tal vez fueron cuatro cuadras que parecieron cuatro escalones con cuatro pisos cada uno. Es difícil enfocarse en la resaca. No, de hecho eso es fácil. Lo difícil es no enfocarse en la resaca y enfocarse en discernir cuanto fue lo que en realidad uno subió. Creo que entre enfocarse en esto último y en convertirse en foca la última resulta la tarea menos titánica.

No bajé (eso lo sé) nada más quisiera saber cuanto subí. Quisiera saber si fueron cuatro pisos humanos o cuatro escalones asqueles. Creo que fueron los escalones asqueles en cada uno de los pisos humanos. En el ascensor siete al cuatro. En el ascensor siete al cuarto. En el descensor siete y cuarto más cuatro. En el descensor siete menos dos, luego menos uno. Cuatro en el as(des)censor. Simple matemática:

4 - 2 = 2

2 = 1 + 1

1 x 2 = 2

Esto nos lleva, pues, a que dos es el equivalente a descender cuatro menos dos. Y a que dos siempre será el número primo sobre el cual los restos y las bases descansarán. En el que el olvido nunca existirá y la vida se revolverá. Revolución. Re-evolución. No devolución, eso se acabó al atardecer.

jueves, 2 de noviembre de 2006

Ascensor

Subí delante suyo. La puerta se cerró. No apreté botón. G iluminado. Creí ir hacia allá. 6 un poco más liviano. El ascensor no cayó; descendió. Hubiera saltado. El hubiera no existe. De reojo le veo. Quiero decir algo. Decido decir nada. Creí que ibamos a donde mismo. Gran pesar en el estómago. Hubiera saltado. El hubiera no existe. No he muerto. No, no aún.

La puerta se abrió. Luces. Sí, y luces. Puertas azules. Bocas cerradas. Salí. Doblé la esquina. Supe que había bajado demasiado. G no es mi piso. Tenía que subir. Use las escaleras. Subí un sólo piso. Desearía multiplicarlo por cuatro.