¿Qué se puede hacer cuando la luz se apaga entre miradas orientales y deseos encontrados en un mismo punto?
Mil cosas. Se podría, primero, inhalar y hacerse a la idea de que la noche será eterna. Segundo, acariciar los labios en los cuales danzan palabras que poco se asemejan a un idioma asiático. Tercero, cerrar los ojos e ir a dormir para despertar con mal sabor de boca mas un perfume exquisito en cuello ajeno. Cuarto, acariciar una piel extraña para tratar de familiarizase con ella y , así, combatir la resaca. Quinto, visualizar, una y otra vez, esa imagen de unos labios rosados danzando sordamente música romántica sobre tu dedo pulgar.
Creo que será mejor que deje de pensar.
1 comentario:
ke ondas!! como estas? vives, mueres? da señales de vida jajaja!! ps aver cuando platikamos!! kamara te cuidas!! tkm!!
Publicar un comentario