Ayer por la noche, caminando de regreso a casa, buscaba estrellas; no vi ninguna.
Llegué a casa y me entregué, primero, a mi afelpado sofá mientras la televisión instalaba sueños informes en mi deambular entre la conciencia y el estar sin estar. Luego, tomé el control remoto, apagué la televisión y, sin encender luz alguna, deambulé entre tinieblas hasta el fondo del segundo piso. Subí las escaleras y en el segundo descanso miré el manto nocturno. No, no había estrella alguna. Caminé el pasillo, doblé a la izquierda y seguí caminando. Llegué al cuarto, me desnudé, me acosté en mi cama nube y justo antes de poner la almohada sobre mi cabeza volteé a mirar el oscuro cielo. No, ninguna estrella.
Dormí y entre sueños le vi nuevamente. Nuevamente estaba viendo mi estrella favorita. Y, aunque tenía el mismo brillo de siempre, de cierta manera se veía opaca y marchita. Quise tocarle, hablarle, preguntarle "¿cómo te ha ido?", decirle: "dime lo que te pasa". Traté de acercarme pero cada vez que lo hacía era como si estuviera empujando un glaciar en el cual en uno de sus extremos estaba yo y en otro estaba ella. Entre más empujaba en mi afán de acercarme ella más se alejaba. Daba un paso y un paso se alejaba.
Esta mañana fue una de esas que nunca deberían de terminar. Al salir de la casa me recibió la brisa de un otoño anticipado con el cielo de un invierno venidero. Caminé largas cuadras escuchando canciones de pianos y progresiones de guitarras. A la duodécima cuadra me encontré un rosal con tres rosas amontonadas. Por alguna razón me recordaron a la estrella y les fotografié. La alegría me invadió (por alguna razón que todavía no acabo de comprender) y se redoblaron mis ánimos este domingo por la mañana.
Extraño volar, sí, no solamente flotar, y todo lo demás.
3 comentarios:
mientras mi hermano y su novia compran un telefono en at&t, yo estoy de chismosa en el iPhone.
me meti a mi blog y entre al tuyo, asi que esto es nuevo para mi.
En mi cielo hace mucho que no hay estrellas, y cuando las hay, hay demasiadas, lo malo es que no hay con quien compartirlas. por supuesto, tu te refieres a otro tipo de estrellas, supongo.
ah si, estoy desde el iPhone jaja esta cool.
Sí, sí me refiero a otro tipo de estrella.
The iPhone is cool.
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