jueves, 11 de enero de 2007

Demencia

¿Qué a qué sabe la demencia? Déjame decírtelo. Sabe a dulce de menta con amarillo, verde y azul. Sabe a dos minutos con trece punto cincuenta y siete horas. Sabe al recreo en que le parten la madre al conductor del autobús que quizá más tarde te lleve a tu casa. Sabe a hombre treintañero mirando productos para prevenir la caída del cabello mientras alguien le mira mirando. Sabe a una dona de salve con confituras de gloria la cual fue horneada antepasadomañana en los testículos de Dios. Sabe a los arboles que crecen en las alcantarillas. Sabe al ron de veintiséis vueltas con el pulgar en la barbilla y el meñique en el ombligo revueltas con el tronco que aún no cae. Sabe a la estufa que alguien no compró por haber gastado el dinero en una lavadora. Sabe a flashes. Sabe a miedos. Sabe a lo que sabe el frío cuando para caminar hay que cerrar la boca. Sabe a desechos del día anterior al veintinueve de febrero. Sabe a tridentes, triángulos y trinidades. Sabe a lo que sabe la nada cuando nada es lo que se tiene. Sabe a demencia. Sabe a locura. Sabe a quien quite y lo cura. Sabe pior que pior. Sabe a lo que supo ayer sabe a lo que sabré mañana. Sabe...hasta eso sabe sabroso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Demencia..

Es mejor finjirla, no?

Me gusta siempre lo que escribes.