martes, 30 de agosto de 2011

Mi perro.

Le veo caminar desabnegado, sin preocupación otra que "¿quién tiene más comida de humanos?" Bebe su agüa como si el mañana no existiera. Nos queremos como si el mañana no existiera. Mi aspiradora personal controlada mediante voz. Algunas veces, cuando cocino y algo se me va de las manos, basta gritar "Iraaaaaaa" (Ayraaaaa, por su pronunciación en inglés. Notese la falta de aes al final; las vocales en inglés son más cortas de como se escriben) para que el desastre se remedie en menos de 30 segundos.

Todas las noches duerme en mi cuarto; algunas noches duerme conmigo. Acurruca su cabeza en mi zobáco y con mi mano acaricio sus piernas posteriores. Hace ruidos cuando lo acaricio; hago ruidos cuando me comunico con él.

Menea la cola a la menor insinuación; el perro feliz está feliz.

El perro feliz me hace feliz.

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