"Dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado"
-Fito Páez
En esta noche de quietud recuerdo a mis amores. Al decir esto no solamente hablo de alguien en particular sino hablo de los amores que he tenido, de todas ellas.
Me refiero a Ana, con quien la distancia pesó (por lo menos para mí) demasiado. Compartimos momentos increibles en una ciudad que me resultaba extraña y fascinante al mismo tiempo. Mi primer amor.
También me refiero a Sally, la que conocí tanto tiempo sin realidad conocerla. Recuerdo la vez que los cuatro eramos feliz en Durango y nuestra boda y bla, bla, bla... todo lo demás.
Recuerdo a mi Chilena favorita, Carolina. En nuestro entonces, le amé locamente; sin distancias y con poco dormit. Pensé, en algún momento, que ella era la que iba a ser la mujer de mi vida (tema recurrente en mi vida).
También, un día, me encontré con una hermosa criatura, Jeanna. De Jeanna no tengo mucho que decir mas que me llevó a conocer muchas cosas, entre ellas, que es de verdad el amor.
El aprendizaje continuó con Kelly quien me mostró cosas de mi persona, las cuales nunca supe que estaban en mí. Desecho me vi después de un viaje corto cuando me enteré de que ya no eramos más.
Luego le siguió una chica de nombre Jacqueline. Dicha chica, resultó ser un poco más loca de lo que esperaba. Igualmente, pasamos momentos formidables pero a final de cuentas (y no como con mis otras relaciones) estoy alegre de no tener que lidiar con esa situación en un futuro.
Y nada más para mencionar a la chica que le dije que siempre tendría un cuarto en mi corazón de motel, está Molly. Así como llegó, así se fue. Sin advertencia alguna (aunque creo que era yo quien no quería darse cuenta).
Todos los días, irremediablemente, pienso en ellas. Todos los días.
No sé si más vendrán. Quizá es una lista incompleta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario