Nuevamente me encuentro recogiendo pedazos destrozados de quien solía ser. Volteo la mirada y me veo inherte, insípido, insaciable. Veo que el viento viene y me lleva, que la decisión ya no me aterra. Me veo y me siento indescriptible. Veo el vacío lleno y me siento interminable. Veo la casta de esta noche y me siento interminable. Veo el porvenir y me siento (in)terminable.
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