A media tarde, en un fino desliz,
de azul pintas tus ojos, casi al salir.
Pues lo que importa es darles un matiz
que te haga fuerte para lo que va a venir.
Tu blusa imita tus ojos fuego;
tus pendientes, tus grandes ojos negros.
Mas tu magia funciona, cuando luego,
entre amor y desamor, vos sólo sós.
Tu sonrisa estelar, tus cinco asientos,
tu misma pregunta: ¿quiéres Modelo?,
tus canciones y tus encantamientos,
tu "comprame un trago", sí, era un lelo.
Trazas en tu libreta angosta,
tragos que, sin-sueños, tendrán que pagar.
Te veo y pretendo que, a cualquier costa,
finalmente haré mi voz resonar.
Y es entonces, que entre tragos y noche,
te pido pluma y papel derroche.
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